domingo, 26 de abril de 2009

ENTREVISTA CON TONY LEBLANC


"La carrera de actor no es un seguro de vida, por muy popular que llegues a ser"


Llego a las cinco de la tarde a “La Cabaña del tío Toni” situada en la calle a la que el actor da nombre desde hace un año en Villaviciosa de Odón. Tras la puerta de la casa, la mujer de Tony Leblanc nos recibe con una sonrisa sincera y nos sostiene los abrigos para guardarlos en el recibidor. El artista nos espera en el salón. A pesar de sus débiles piernas, se incorpora y nos saluda afectuosamente. Resulta irreconocible. La primera impresión es de un hombre mayor, muy castigado por las treinta y cuatro operaciones que lleva a sus espaldas. Sin embargo, esquiva su vejez y mantiene el sentido del humor durante las cuatro horas que dura la conversación. A pesar de sus ochenta y siete años utiliza su mirada, sus manos y modula la voz para contar la historia de su vida…

Pregunta. Desde siempre ha sido un enamorado del arte tanto, que incluso decidió nacer en el Museo del Prado…
Respuesta.
Decidor no, lo decidió mi destino y sobre todo mi madre, a quien le había aconsejado el médico que pasease cuando estaba embarazada de mí. Así que fue a visitar a mi padre, que era portero de la portería de Velázquez del Museo del Prado. Y ese día, 7 mayo de 1922 a las 17.15, mi madre sintió unos dolores abdominales y rompió aguas, como científicamente se dice. Mi padre llamó a sus compañeros que cogieron a mi madre y la llevaron a una sala donde estaban los tapices de Goya. Había un sillón circular y ahí fue donde vine al mundo y donde me cortaron el cordón umbilical.

P. Baile, canto, boxeo, fútbol… hasta llegar al cine. Si volviera a nacer, ¿elegiría otra vez esta profesión?
R.
Lo mismo, pero haciéndolo mejor. Jugando al fútbol mejor, boxeando mejor y lo que he interpretado como actor, me gustaría hacer lo mismo pero mejor. No creo que lo haya hecho mal pero creo que hay cosas que puedo superar. Hay cosas que no, como por ejemplo, lo de la manzana, ¿eso quién lo va a superar? El Times de Londres lo publicó con el título: “Salió, se comió una manzana y se marchó”. Publicaron tres columnas en las que hablaban de mí como maestro. Me emocioné mucho.

Tony Leblanc y su show de la manzana

P. Bueno pero ha recibido muchos premios…
R.
Sí, soy el actor más premiado. Además, soy el más veterano. No existe en la historia de España un actor que lleve 79 años como actor. A los 25 años de profesión son las “Bodas de plata”, a los 50 las “Bodas de oro” y a los de 75 las “Bodas de platino”. Pero ahora que voy a cumplir 86 años ya no hay premio. Me imaginaré yo uno que es el cariño, el cariño de mis compañeros y de España entera, que es el premio más importante que tengo. Por novena vez he sido nominado por los medios de comunicación como el actor más querido, es el premio más importante. Además tengo dos Goyas. El principal, por toda la carrera, fue hace 8 años. Luego gané el de Torrente por esa tontería que hice.

Tony Leblanc en Torrente
P. Detrás de tantos premios hay mucho trabajo, ¿cuál ha sido su mejor papel?
R.
El hombre que se quiso matar, se me ve en todos los papeles desde enamorado, hasta que me desprecian y luego intento matarme.

P. ¿Y de qué director guarda mejor recuerdo?
R.
De casi todos. Pedro Lazaga ha sido con el que más he trabajado o Rafael Gil.

P. Cuando decía a mis amigos que le iba a entrevistar se quedaron emocionados. Es usted muy querido por el público, ¿lo siente así?
R.
Sí, sí, me emociona mucho, me agrada, me hace feliz. Es el premio más importante que tengo. Para llegar a lo que he llegado tienes que caer simpático primero, no te puede uno admirar y menos querer si no caes simpático. Luego ya les diviertes y la simpatía crece más. Y más tarde se enteran, por detalles que haces, que eres buena persona. Nunca he dicho que quiero que me quieran, no intento ser mejor que nadie. Ha sido así porque Dios lo ha querido. Ya he dicho que todo lo que he hecho lo podría superar.

P. Entonces, el cariño del público para usted es lo mejor de la profesión…
R.
Sí, es lo mejor, lo que me hace ser más feliz.

P. ¿Ha podido compaginar su vida familiar con la profesional?
R.
No es fácil. Hemos salido perdiendo yo y mi familia. Hubo unos años que pasaba por casa simplemente para ducharme.

P. ¿Diría que era ésta la parte negativa?
R. Sí. Esa es la parte negativa. Pero quizá tenga que dar gracias a Dios porque el empleo de actor o actriz es el empleo más inestable que hay en esta vida. La carrera de actor no es un seguro en esta vida por muy popular que llegues a ser. Ha habido muchos que han muerto en la indigencia, más las actrices que los actores.

P. ¿Hay algo que le quede aún por hacer?
R.
Todo lo que he hecho pero mejor. Y lo digo sin modestia ninguna. La modestia es la bondad de los tontos y de tonto creo q no tengo nada hasta ahora. Soy un hombre sencillo, objetivo, modesto no. El que yo me quiera superar y quiera ser mejor, o no este contento con cosas que han gustado muchísimo es cosa mía. Tengo una frase en mi libro de poesías que dice así: "yo no me enamoro de las cosas que hago, yo ya me enamoré y me sigo enamorando de las cosas que hacen los demás".

P. Ha visto nacer y crecer a la TV, ¿qué opina de este medio hoy en día?
R.
Es un gran invento, es un invento muy importante, de los más valiosos que hay en cuestión de arte y entretenimiento, aunque para los actores la televisión no es muy positiva. Para ser gracioso y hacer humor hay que tener mucho cuidado y estar muy certero. Es más difícil hacer reír a alguien que está tranquilamente en su casa.

P. ¿Considera que es mejor el cine español que el americano?
R.
De idea, sentimiento, profundidad y valor artístico no hay mucha diferencia. España como productor no tiene tantos millones de dólares para los efectos especiales. En eso estamos minimizados al lado de ellos. Pero te aseguro que hay actrices y actores españoles muy superiores a actrices y actores americanos. Se ve en la calidad. Hay un lenguaje del actor de manos que es vital, los españoles son muy buenos con el lenguaje de manos. Woody Allen, por ejemplo, es un genio pero su cara y su tono es siempre igual, sea contento o desgraciado. Yo no conozco ninguna actriz o actor flojo. España es diferente, es mejor. Ya les gustaría a los americanos haber nacido aquí.

P. Sin embargo, teniendo tan buen cine en nuestro país, se habla mucho de la crisis del cine español, ¿cuál su opinión del tema?
R.
Voy a tener que decir una cosa. Yo estoy en contra de la dictadura, no me fío de un señor que mande, no me gusta. Pero con Franco el cine español estaba protegido y apoyado por el sindicato que daba una aportación al producto. Ahora no ayuda ningún ministerio. El cine español está ahora en baja forma. Creo que el Ministerio el de Cultura, no el de Hacienda, debe proteger al productor. Aquí cualquier efecto especial es carísimo. Santiago Segura, por ejemplo, tuvo ir a Buenos Aires para hacer los efectos especiales de Torrente, y le ha costado millones.

P. Y a usted, ¿qué recuerdo le gustaría haber dejado en el cine español?
R.
Aunque siga trabajando, creo que ya lo he dejado. Nunca ha habido un actor tan querido y tan aceptado, ya no como actor en categoría de interpretación, sino como persona, como yo. Mi libro, Esta es mi vida, termina diciendo: “Lector, si me pides que te diga una cosa, confieso que soy buena persona”.

Otras entrevistas de Tony Leblanc

"Soy la única persona que nació en el Prado" (1997)

"Siempre he admirado las cosas que yo no podía hacer"(2006)

"Soy el único actor al que Franco metió en la cárcel" (2007)


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